ACEITE DE COCO

El coco, una fuerza de la naturaleza

El nombre del cocotero en sánscrito, kalpa vrishka, significa “árbol que provee de todo lo necesario para la vida”.

Semejante a una palmera, el árbol posee un falso tronco, o estípite, que puede medir hasta 30 metros de altura.

Nuestros productores de coco cultivan los cocoteros en parcelas de menos de 10 ha, en las que crecen distintas especies de árboles por lo que cabe hablar de policultura, una práctica que preserva la biodiversidad. Los cocoteros crecen naturalmente, sin productos químicos ni riego; la cáscara de los frutos que no se recolectan, se dejan al pie de los árboles porque constituyen un importante aporte orgánico para el suelo.

Una planta con numerosas virtudes

Los usos del cocotero varían según las regiones del mundo. En los países tropicales, es una planta particularmente útil para las poblaciones locales. Por ejemplo, las yemas y los brotes jóvenes se pueden utilizar como alimento, la savia se destila para producir un aguardiente llamado “arak” y las hojas y las fibras se emplean para fabricar sogas, alfombras y bolsos.

En otros países, el fruto es sagrado. En India, por ejemplo, es una ofrenda que se hace a los dioses durante algunas ceremonias religiosas. En los territorios del Pacífico Sur, se considera que su aceite constituye una unción purificante y protectora.

Los beneficios del coco en todas sus formas

SO’BiO étic® extrae del fruto del cocotero todas sus propiedades benéficas e hidratantes, incorporándolo de distinta forma a sus líneas de productos, en especial, la línea Nutri Coco.