VAINILLA DE TAHITÍ


Un concentrado de suavidad

Una fuerza de la naturaleza

La vainilla, originaria de Manila, se introdujo en Tahití en 1848, pero hubo que esperar hasta 1880 para que empezara a cultivarse. La planta se aclimató tan bien a la isla que la Vanilla tahitensis adquirió aromas singulares y sumamente característicos que la convirtieron en una de las mejores vainillas del mundo.

Una planta con numerosas virtudes

Símbolo de amor y suavidad, la vainilla ha sabido desarrollar principios activos específicos. Ha sido reconocida por sus propiedades suavizantes, calmantes, antioxidantes y remineralizantes. Algunos consideran que la vainilla tiene cualidades emocionales y afrodisíacas.

El macerado de vainilla

El macerado de vainilla es tan dorado como el sol de Tahití. Rico en moléculas activas, tiene propiedades nutritivas, hidratantes y tonificantes.

Vainilla de las islas

SO’BiO étic® seleccionó la vainilla de Tahití, conocida como “el oro negro de Tahití”, símbolo de suavidad y feminidad. La vainilla es una orquídea exigente, cuyo cultivo requiere precisión y respeto de la tradición. Para obtener el fruto de la vainilla, es decir, la vaina, la fecundación de las flores necesita la intervención humana. Es una tarea muy minuciosa. Se suele hablar de ella como de una “boda o unión”. La vainilla solo florece un día al año. La operación se efectúa manualmente, en las primeras horas del día. El fruto se podrá recoger 9 meses después. Una vez obtenido, se pone a secar lentamente bajo el sol de Tahití para revelar toda la riqueza de sus principios activos y su potencia aromática.

La vainilla de SO’BiO étic®

SO’BiO étic® optó por una maceración de las vainas de vainilla trituradas en aceite vegetal, según un procedimiento específico. Este tipo de maceración hace que el conjunto de las moléculas activas se difundan en el aceite vegetal.

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